LA NAVIDAD A LAS PUERTAS

Esta noche pasada, viendo unos vídeos sobre la guerra en África, unas cuantas escenas se me juntaron en la cabeza y cuando ya pensaba que ni tenía ganas de seguir escribiendo ni tampoco me esforzaba por encontrar un tema para mis entradas, otra vez, algo dentro de mi me obliga a escribir. Entre documental y documental los anuncios de la telebasura se han entremezclado entre ciertas imágenes y aquí estoy, dándole a las teclas intentando sacar lo que me ronda por la cabeza.Ya tenemos la Navidad encima, esas fechas en las que el derroche se hace cotidiano, normal y hasta obligado aun estando en lo que nosotros, los llorones, llamamos crisis.

Viendo esos documentales pensé si realmente eramos conscientes de las fechas que vamos a celebrar y por qué lo hacemos... Creo que no.

Al mismo tiempo que veía niños en África desnutridos y en espera de un futuro que seguramente para la mayoría de ellos no llegará aparecían anuncios marcando el camino a seguir para el derroche perfecto y justificado.

Todo en estas últimas horas ha sido un cúmulo de coincidencias, si, pero te hacen pensar. Por un lado la noticia dada también en televisión de que un grupo de cantantes famos@s y otros famosos comunicaban que retiraban su presencia en internet hasta que de una manera u otra

consiguieran un millón de dolares para paliar el hambre de los niños. No creo que sea suficiente, pero me ablandó. En otra escena que me encontré, cierta indeseable del derroche y la opulencia ponía cara de buena frente a la cámara con una criatura inocente a su lado... A quién querrá engañar... Eso no se lo cree ni ella misma aunque puede que llegando estas fechas el remordimiento le haga pensar seriamente en el dicho de que "Dios da a cada uno lo que se merece", aunque sea fingiendo le hace querer engañar hasta a Dios mismo para lavar su conciencia. Pero no le vale, pocas personas en este mundo actual me hace sentir tan mal como esa tal Paris Hilton o como se diga.

Y viendo la manera en que nuestros niños a la vista de los juguetes que se anuncian en la televisión piden y piden... Piensas en que de alguna manera se podrá justificar lo malo que TODOS hacemos estos días, pues todos lo hacemos. Hipócritamente, como yo mismo estoy haciendo ahora, nos rasgamos las vestiduras ante la visión de ciertas injusticias pero enseguida lo olvidamos.

Se que es duro lo que escribo, si, pero pensarlo bien... Poned en una balanza, por un lado, las caras de esos niños que no tienen que comer y nuestras buenas intenciones, y por el otro lado la comida que se tirará a diario, los juguetes que harán brillar los ojos de nuestros niños escasamente una semana como mucho y veréis que este último lado de la balanza se nos cae encima y nos muestra de forma indolora nuestra equivocada manera de ver nuestro sentimiento como Cristianos.

Si, la Navidad hay que celebrarla por lo que significa y representa pero, a mi forma de pensar, debería ser de otra manera. La familia reunida, si, pero, por qué tanto derroche. ¿Acaso una cena cotidiana es menos Cristiana? Creo que no, pero todos tiraremos la casa por la ventana y de lo aquí dicho, que Dios nos perdone, no nos acordaremos.

Aun es pronto, pero, FELIZ NAVIDAD a todos.