Hoy no voy a reforzar esta entrada con fotografía o composición alguna, no, no podría, solo conseguiría más dolor para los mismos.
Cuando leo los artículos que a diario completan los espacios de periódicos o de las distintas páginas web de noticias siempre encuentro más de lo mismo. Se ha convertido en una costumbre normal y natural. Todo el mundo se queja de lo mal que está la vida, de lo que cuesta llegar a final de mes y del dolor que nace de no poder dar a los nuestros todo lo que necesitan.
Y al final, todo seguirá igual, los que sufren seguirán sufriendo y los que hacen sufrir seguirán haciendo llagas en el alma de los de siempre, los humildes.
Cuando miramos esas pájinas de prensa escrita o escuchamos en los informativos relacionadas con la economía, a menudo, por no decir que a diario, nos enteramos por enésima vez de lo mismo...
El agricultor recibe 3 ó 4 céntimos de euro por kilo de patatas cosechado al venderlas... Al ama de casa le llega a su despensa por encima de los 40 céntimos.
Al ganadero, la alimentación de sus vacas le acarrea perdidas, se le pagan unos 20 céntimos por litro de leche en el mejor de los casos y a nuestra casa llega a no menos de 80 si queremos que ofrezca un mínimo de calidad...
Y así uno tras otro todos y cada uno de los articulos de primera necesidad que llegan a nuestra casa. Vamos, que conseguir, por parte de nuestras mujeres, que las cuentas salgan y el sueldo llegue a fin de mes se ha convertido en una odisea , en , casi casi asignatura obligatoria en la Universidad completando esta el grupo de las especialidades de "supervivencia especial"
Y todo esto en un tiempo en el que "políticamente" se invita al ahorro y al consumo sensato y racional.
¡ Por el amor de Dios! ¿No sería lo más normal del mundo que al agricultor se le pagase, por ejemplo, 15 céntimos/kilo y que llegase a los hogares a 25; o al ganadero a pagársela a 40 y que llegase a tal precio, 80?
No, claro, de ser así muchos no vegetarían...
Célebre es esa frase de la Sagrada Biblia... "y te ganarás el pan con el sudor de tu frente" fruto del castigo a la raza humana por su pecado.
Esto no tiene solución... ¿A quién reclamas este derecho?
¿A políticos... a la iglesia... A QUIÉN?
Imposible solucionar tal injusticia, no tiene remedio, Dios se equivocó, si, se equivocó...
EN ESTA PUÑETERA SOCIEDAD EN LA QUE ESTAMOS INCLUIDOS LOS ÚNICOS QUE VIVEN, RESPIRAN Y PROSPERAN SON LOS PARÁSITOS, VAMOS, LOS QUE NO "SUDAN" SU PAN. (putos intermediarios... vagos... sanguijuelas...)
5 comentarios:
Esto lo veo todos los días, mi trabajo me da pié a hablar con gente de diversas condiciones y estoy asombrada.
Primero hablo con los granjeros y te comentan que no merece la pena ni agacharse a recoger la cosecha ya que te la pagan a miseria, en el puerto de un pueblo cántabro la semana pasada un barco de pesca tiró toda su produccion del día en la basura ya que nadie pujo por sus capturas, no pienso salir a perscar porque es una ruina, ni lo donó por el cabreo que llevaba y prefirió tierarlo. Por otro lado el intermediario dice que no cubre gastos, que llevar la mercancía es ruinoso, el camionero que no saca ni para gastos del camión, entre eso y las multas casi mejor se quedan en casa.El del comercio despidienso gente, no saca ni para pipas, a este paso cerramos.
Creo que hay demasiados intermediarios y la cosa ya no se estira mas.
Siempre pasa lo mismo en todas partes del mundo.
Besos y buen fin de semana
Vaya hermano... Que razón tienes... Todo es gracias a los intermediarios... Dicen que su trabajo es sumamente importante, ya que ellos hacen que no tengamos que ir hasta los lugares lejanos a conseguir las cosas, pero eso si, nos clavan el diente, tanto a los que con el sudor de su frente crean esos artículos, como los que con el sudor de la frente pagan a los intermediarios por los productos... ¿QUE PASA CON ESTE MUNDO?
Un fuerte abraazo padre!!! Cuidate Mucho!!! Saludos!!! Aprovechando que mi alma me permitió darme un paseo fuera de ella!!!
así mismo es la vida.. me ha encantado este escrito... saludos abrazos!!!
Si es que... mira que se lo dijeron a los dos primeros: no os comáis la manzana... Pues nada. Y así nos pasó, nos castigaron a ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente.
Peeeero, como Dios no especificó de que frente tenía que ser el sudor, algunos se ganan el pan (y los yates) con el sudor de la frente de otros.
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