Un día más, mi entrada es para ti. Por nada especial, mas bien, en contra de nuestros deseos, por algo ya rutinario. Algo que, día a día te llena de rastros color rubí y molestas sensaciones de pinchazos vengativos buscando acabar con tu paciencia.
Un día no muy lejano me pediste una poesía, no soy poeta, pero hoy es nuestra venganza una poesía que nos alza contra tu penitencia dolorosa. Recuerdo aquella frase ... Si te quieren hacer sufrir no sufras, sufrirán y vencerás.
Hoy, desde el corazón, VENCEREMOS, y esa, tu piel, sabrá que en nuestro interior solo cabe hacernos felices.
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Recibo en mi piel toda la ternura de tu turbación...
ese relente propicio al amor
aquel decantar de manos que se buscan
y que se apropian;
de centauros que agitan besos
y galopan con suprema libertad
las llanuras de esa dermis
con aroma de canelos.
Cabalgando cimas ofuscadas
muerdo de ciruelos impolutos
júbilo de junquillo y orquídea
néctares que fluyen salvajes
lechos de exquisita embriaguez
en aquel colosal paisaje
de limones y majadas.
Somos espasmo y rocío
copular de la noche con el día
impudor del alba
coito norte y sur
maridaje de estrellas y mar
inmensidad y locura.