Porque me gusta el fútbol, porque necesito, tanto como cualquier otro, alegrías de vez en cuando, porque me siento orgulloso de mi selección de fútbol, porque soy agradecido y se reconocer que mi condición de español, ahora, estará un poquito mejor considerada en el mundo... por eso y por muchas cosas más ocurridas en estos días de ensueño y locura colectiva, a nuestra selección, MI SELECCIÓN, de todo corazón... GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS.Pero permitirme que dedique también un agradecimiento y un reconocimiento a alguien más, un agradecimiento muy grande por sus dimensiones, un agradecimiento a ÁFRICA y, claro está, a Sudáfrica, porque no sería justo ignorarlas.
Era la primera vez que un continente como África organizaba un evento así y por parte de ciertos puristas se crearon ciertas dudas, aquellos que en el anterior articulo tiraban por tierra el fútbol y a los que leían la prensa deportiva, aquellos que se creían que por su palabrería fácil se hacían poseedores de la verdad y el derecho a menospreciar, esos, no sabían que un continente como África, apoyándose en un deporte como el fútbol, en nuestra selección y la humildad de todos y cada uno de sus componentes se hicieron seguidores de nuestros colores, y eso, eso llega muy dentro.
Por eso, porque un deporte ha demostrado que puede unir, que puede ser cultura, que puede despertar corazones y no solo la lectura más elitista, por todo eso, ME NIEGO a que ciertos parásitos miren por encima a aquellos que ven en el deporte un POR QUÉ.
Si el deporte ha de ser un lazo de unión que así sea, si el deporte calma las heridas diarias de la vida que haya más, y si el deporte llega al corazón de todo el mundo que Dios de deporte a todos aquellos que no tienen esperanzas.