UN DOMINGO PERFECTO

Hoy no ha sido un domingo más, desde por la mañana pronto he tenido revoloteando por la casa un Ángel, eso si, en pijama. No hemos salido para nada y no se ha notado ni agobio ni mal humor. Elena ha estado especialmente contenta y ocupada, iba y venía por toda la casa y siempre con una sonrisa en su cara. Tal ha sido mi satisfacción de verla así que me he puesto a escribir una entrada para gritarlo a los cuatro vientos. Cuando me ponía a ello me ha sorprendido, y como es normal, por su curiosidad femenina, hasta que no le he dicho de que iba a constar no me ha dejado escribir una sola letra. Solo lo he conseguido aceptando escribirle una poesia... Yo, una poesia...

La verdad es que nunca se me ha dado bien la rima, y hoy no me sale nada, pero te aseguro que...

Algún día te escribiré un poema que no

mencione el aire ni la noche;

un poema que omita el nombre de las flores,

que no tenga jazmines o magnolias.

Algún día te escribiré un poema sin pajaros,

sin fuentes, un poema que eluda el már

y que no mire a las estrellas.

Algún día te escribiré un poema que se limite

a pasar los dedos por tu piel

y que convierta en palabras tu mirada.

Sin comparaciones, sin metaforas;

algún día escribiré un poema que huela a ti,

un poema con el ritmo de tus pulsaciones,

con la intensidad estrujada de tu abrazo.

Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha.

Pero hoy no, hoy solo un beso, nada más.