Cuando uno ve día a día que lo que creía sus valores son pisoteados de forma sistemática suele ocurrir lo que me está pasando a mi, que deja de sentir nada y comienza a vivir siguiendo la corriente de los serviles y los "si buana" pues se cansa de levantar la voz y ver que sus quejas siempre van a saco roto. Pero, hoy, en uno de esos lapsus de memoria, recuerda uno que sigue siendo humano y salta, se revela.
Si, porque en una sociedad culta y civilizada donde se castiga a los maltratadores de animales, se castiga a los que atentan contra la salud ambiental, se castiga a la gente por fumar en lugares públicos, se aísla a los que luchan por su cultura y su pueblo, se pone freno a tradiciones y así tantas y tantas cosas y sin embargo, se pone en libertad a los ASESINOS.
En una sociedad hipócrita donde se lamenta y se llora por no poder beber alcohol en los botellones, donde se sanciona el hecho de devolver con vida ciertas especies de peces a su hábitat o donde se aísla a los gordos, incomprensiblemente, se ve normal, como se ve en la imagen, celebrar con alboroto la libertad de una asesina.
Por eso hoy vuelvo a escribir, porque siento ASCO al ver la imagen, y ASCO porque se consienta que semejante gentuza comparta el aire que respiramos todos los que sentimos casi tanto dolor como los familiares de la buena gente que ellos asesinaron.
Rezo porque algún día, los verdaderos vascos, se revelen sacando valor para combatir el miedo que les apodera y les digan a estos ASESINOS que no les representan y que no están con ellos.
Esto solo ocurre en esta nuestra EUROPA, la civilizada.
